Su nombre es Fred Mawuli Deegbe, es hijo de un pastor y de una profesora de escuela. Nació en Estados Unidos pero se crió en Ghana. Estudió en la Universidad Ashesi de Ghana, fracasó en su primera empresa pero se ha abierto paso en el mercado económico como un diseñador de zapatos ghanases para el mundo entero, es decir: Heel The World.



Sus padres son su principal fuente de inspiración ¿por qué? En su blog, Fred Deegbe, describe que cuando era niño veía como sus padres tenían un impacto real y positivo en la vida de las personas, por eso, con Heel The World quiere influir en el desarrollo de su país.


¿Cómo comenzó a diseñar zapatos? Un día estaba en casa de un amigo, fue a jugar videojuegos, pero su amigo se rió mucho (muchísimo) de sus zapatos. Se fue disgustado a la ciudad en busca de unos zapatos aceptables (se compró unos wingtip oxford). Se quedó impresionado con los pares de zapatos elegantes y brillantes del escaparate y le preguntó a un limpiabotas si él sabría hacer un zapato como alguno de esos o que no pareciese una nave espacial, el chico le dijo que era imposible (para un ghanés). Le pareció increíble pero estaba decidido. Él lo haría.


¿Uno de sus objetivos? Fred Deegbe destaca la dependencia de Ghana en los bienes importados y la baja confianza en los productos locales, la innovación y los emprendedores ghaneses. Por eso, formó Heel The World con Vijay Manu: una firma de zapatos de alta gama hechos con producto local. Una firma que apoya a los emprendedores y a los inventores, que se basa en los bienes materiales de Ghana y que fabrica no sólo para el país o el continente, sino para el mundo. Unos zapatos que en su primer año como firma le llevaron formar parte de la campaña One Year, One Change y, en su segundo año, al Foro Económico Mundial celebrado en Etiopía.