Nantenin es a la vez una gran atleta paralímpica y activista social. Nacida con una grave deficiencia visual (nula visión a más de dos metros) obtuvo el primer gran reconocimiento de su carrera a los 22 años, cuando ganó el campeonato del mundo de 400 m.
Pero ya desde pequeña Nantenin ha sido una gran luchadora: no tanto para superar su deficiencia visual sino contra todos aquellos que categorizan a todo aquel con alguna deficiencia en la misma categoría. "No, como en todas partes, hay de todo!" afirma Nantenin.

Nació en Bamako (Malí) en 1984. Albina como su padre, Salif Keïta, se mudaron a Francia cuando era chiquitita para evitar que sufriera los mismos maltratos y humillaciones que sufrió su padre de pequeño sólo por ser albino y negro: corría el riesgo de ser asesinada, vista la creencia de que ciertas partes del cuerpo de los albinos pueden curar las más diversas enfermedades.


Fue gracias a un campeonato juvenil en el que participó, que pasó a entrenar con France Handisport, la Federación Francesa del Deporte Paralímpico y a participar en campeonatos. Desde entonces acumula premios, el último una medalla de bronce en 100 m en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012.
En el marco social, Nantenin participa también en la Promoción del Deporte Paralímpico y en la Fundación de Apoyo a la Población Albina.